LEYENDAS

1. La leyenda del alcalde de Valverde y el submarino alemán

El 8 de septiembre de 1917 Juan Ayala, alcalde del municipio herreño de Valverde, fue alertado por varios vecinos de la presencia de un submarino alemán en el Puerto de la Estaca. Ante este hecho, Ayala se acercó al submarino para recriminarle que no izaran de la bandera española.

Este hecho fue documentado por el hermano de Juan Ayala y posteriormente por el doctor Francisco de Salamanca. No consta este suceso ni en las actas municipales ni en la prensa de la época, pero esto se podría entender debido a la lejanía y aislamiento de la isla.

Según la tesis del doctor Francisco de Salamanca, Ayala llegó al puerto para recriminarle a los militares su presencia en la isla, ya que España se había declarado neutral en la I Guerra Mundial y por ello pedía que izaran la bandera española. El comandante del submarino Henrich Metzger, rechazó la propuesta de Ayala y lo invitó a subir al sumergible, según la leyenda herreña el alcalde estuvo varios días en el submarino, de hecho, en el pleno municipal del 15 de septiembre de 1917 Juan Ayala aparece como “ausente”.

Esta no es la única vez que aparecen submarinos alemanes en la isla del meridiano, el 4 de octubre de 1941 desapareció un submarino alemán cerca de la costa suroeste de la isla, se trata de un modelo U-111 tipo IX B que fue hundido por el buque británico HMS Lady Shirley, murieron 8 tripulantes y hubieron 44 supervivientes. Según el testimonio de varios submarinistas herreños frente a la bahía de Naos hay un submarino hundido a unos 70 metros de profundidad que coincide con el modelo del submarino hundido en 1941.

Fuente: Jiménez Joé L. (09/06/2019). La leyenda del alcalde de Valverde y el submarino alemán, ABC-Canarias.es.


Imagen de la Bahía de Naos. Autor: javierspanp






2. El grito de Ferinto

Esta leyenda es una de las más antiguas de la isla, tuvo lugar durante la conquista de la isla. Ferinto un afamado guerrero bimbache se enfrentó al ejercito de Juan de Bethencourt, conquistador de la isla, logrando siempre huir. Traicionado por uno de los suyos, revelaron su paradero al ejército de Bethencourt, Ferinto huyó hasta que se vio acorralado ante un precipicio. Ante las opciones de morir o ser apresado y vendido como esclavo, decidió saltar al precipicio, lugar que actualmente se conoce como el salto del Guanche. Cuenta esta leyenda que cuando saltó al abismo profirió un grito atronador que fue escuchado en toda la isla, se cuenta incluso que llegó a oídos de su madre quien supo inmediatamente de su derrota.

Fuente: Crónicas de una Cosmopolilla.

Verdadero retrato del Señor Jhean IV de Béthencourt, Rey de Canarias, realizado en 1630 por Balthasar Moncornet.






3. El Garoé

Se trata de unas de las leyendas más famosas de Canarias, esta ha transcendido a lo largo de los años gracias a la tradición oral por lo que se preservó en el tiempo gracias a la divulgación que le dieron los herreños.
Esta leyenda cuenta que en la isla del meridiano se encontraba un árbol santo del cual manaba agua, los bimbaches aprovecharon el agua de este árbol que a pesar de ser un manantial inagotable era reducido.
Era un árbol de tamaño considerable, se desconoce de que especie era unos dicen que era un álamo y otros un laurel, como decía Abréu Galindo (historiador del siglo XVII) el "lugar y término donde está este árbol se llama Tigulahe, el cual es una cañada que va por un valle arriba desde la mar, a dar a un frontón de un risco, donde está nacido en el mismo risco el Árbol Santo".
Pese que a el hecho de que manara agua se le atribuía un origen divino, resulta ser el resultado de la condensación de la niebla-nubes abundantes en la zona debido a la orografía y a las corrientes de aire de la zona, de hecho existen muchos árboles que debido a este proceso emanan agua, pero ninguno con semejantes cantidades de agua debido a su tamaño.
Este árbol fue derribado por una tormenta en el año 1605, por lo que el que se encuentra actualmente en la zona es otro árbol que se plantó para reemplazar al original.


Fuente: La isla mítica del mítico Garoe, Maximiano Trapero (1995), Universidad de Las Palmas de Gran Canaria



Foto: CC.









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